
Y lo estreno el último día de un año que quedará en mi memoria. Un año de compartir piso con 5 personas y la vida de otras cuantas, de mucha calle y mucho trabajo (hasta las tantas en ambos casos), de gente nueva que ha pasado a ser parte de mi, de enfermedades superadas, de recorrer Madrid con corbata y prisas, con sueño y con muchas ilusiones. Un año de viernes y sábados alargados y de vueltas en un metro que ya no se sorprende por nada. Y también un año de viajes, cómo no.
Espero a través de este blog compartir con vosotros mis historias, recibir noticias vuestras y, sobre todo, espero que no os olvidéis de mi... que volveré, algún día, a algún sitio.
Un abrazo,
Sergio.