Relec - Extra Fuerte

Acudí a Relec y lo encontré medio enterrado en mi bolsa de aseo, entre las cremas de protección solar factor 50, la maquinilla de afeitar y antibióticos varios que hace tiempo también había dejado de usar. El olor a Relec me recordó a los primeros días de mi viaje. Cuando llegué a San José fue precisamente la primera vez que lo usé. Recuerdo que pensé: ¡qué efectivo! No sabía entonces que los mosquitos de San José no eran nada en comparación con los de aquella noche en la tienda de campaña junto a la playa en Manuel Antonio o los de alguna de las noches en las que se fue la luz en la Isla de Ometepe. O en Kukra Hill, donde a partir de las 12 se cortaba la electricidad y el ventilador dejaba de ser un arma efectiva para espantarlos. Ah, y en aquella habitación en Hostal Unicornio, junto al Lago Atitlán, donde descubrir que los ruidos que se escuchaban en la noche eran sólo mosquitos suponía casi un alivio.
Han sido varias noches de Relec y yo juntos pero ya casi había olvidado su intenso olor. Para mí los olores son como la música, me recuerdan momentos o lugares. Al oler Relec de nuevo vinieron a mi memoria todas esas noches de aventura y en ocasiones soledad de mi viaje. Aventura y soledad buscadas en un principio y recurrentes al final.
Son las 3.30 de la madrugada y sigue lloviendo de forma intermitente sobre el tejado de mi cuarto. La bombilla encendida los atrae. No estoy solo en casa ni San José es ya para mí aventura, pero voy a volver a usar Relec antes de irme a dormir. Por si las moscas.
Koninginnedag @ Club Oh
Quien me iba a decir a mi que celebraria el Dia de la Reina este año? En San Jose se celebro en Club Oh, pero como era una fiesta patrocinada por Heineken habia que vestir de verde en lugar de naranja como en Holanda. Nosotros no obstante pusimos nuestro toque naranja a la fiesta. Y nuestro toque de extranjeros, por supuesto!
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