
Relec - Extra Fuerte

Koninginnedag @ Club Oh
reggaetón
Con el reggaetón he pasado por diversas fases, desde odiarlo e intentar evitarlo por todos los medios (imposible) hasta finalmente llegar a saberme las letras de algunas canciones. Si no puedes con el enemigo... únete a él, no??
Centroamérica Express
Los casi tres meses que me ha llevado llegar hasta Guatemala desde Costa Rica, lo he recorrido a la inversa en tan sólo una semana con paradas en varias ciudades para dormir: Antigua, Copán, Comayagua y León.
Ante la imposibilidad de cambiar mi billete para volver a España, me voy a quedar en Centroamérica un tiempo más. Y como ya andaba un poco cansado de ir de hostal en hostal y de ciudad en ciudad siguiendo una especie de recorrido para mochileros, he decidido pasar el tiempo que me queda hasta mi vuelta a casa (4 de junio) en tal vez no la ciudad más bonita de Centroamérica pero sí una de mis favoritas: San José.
Volcán Pacaya

San Marcos La Laguna
Yo llego dispuesto a relajarme por unos dias y en plan mistico me apunto a algunas clases de meditacion en el Centro de Meditacion Las Piramides. Este centro, que tambien es hospedaje para la gente que realiza los cursos, tiene todas sus estructuras en forma de piramide, incluyendo dos grandes piramides de madera donde se hacen los cursos. Pero hospedarse en Las Piramides no es barato en comparacion con el resto de hostales asi que opto por Hotel Unicornio, que es una serie de cabañas alrededor de un patio central y donde cada habitacion tiene el nombre de un planeta del Sistema Solar. Doy las clases de meditacion en el templo del sol (una piramide de madera enorme) y me quedo con ganas de volver a Las Piramides para probar tal vez el Curso de la Luna, un curso de 40 dias que comienza cada luna llena. Mientras estamos en el curso, afuera se escucha la musica maya que acompaña las peculiares celebraciones de Semana Santa de los indigenas de San Marcos.
En San Marcos tengo mi primer contacto con la poblacion indigena de Guatemala. Subo hasta el pueblo llevado por la musica que la Iglesia no para de emitir durante todo el dia y me quedo totalmente impresionado. Alli me encuentro una iglesia celebrando Semana Santa donde lo catolico se mezcla con las antiguas tradiciones mayas. Por los altavoces suena musica y alguien hablando en dialecto maya. De la puerta de la igleisa y en el interior cuelgan diversas frutas que se cultivan en la zona, como una especie de ofr
enda, a la vez que una alfombra de flores. Las mujeres se asoman desde la puerta a la iglesia con sus coloridos trajes y, en el campo de baloncesto que hay al lado, los hombres y niños bailan danzas que no comprendo. La tranquilidad de los indigenas me invade por un momento. Las niñas van en grupos de dos o tres, se sientan, observan... no es necesario hablar ni llenar silencios. La gente habla en kakchiquel, uno de los dialectos mayas que han sobrevivido y el español queda relegado a un distante segundo plano y se usa para comunicarse con los extranjeros que, como yo, contemplamos atonitos el paisaje.